El color es el protagonista de esta zona de villas de madera, un paisaje natural y alegre que nos transporta a las paradisiacas costas caribeñas, donde el tiempo parece detenerse para disfrutar de los nuestros.
Acogedoras casas de madera en las que conviven la comodidad de la amplitud de los espacios y calidad de equipamientos, con la sensación de libertad de los espacios abiertos y jardines que las rodean.